Proyecto Cero Drogas Más Felicidad. Por Andrés López

Programa Serie de Escritos.

Proyecto: Cero Drogas Más Felicidad.
0D+F
Por Andrés López
Para mis amigos en la red.

Introducción.
Les quiero mostrar detrás de lo que vieron en La Pelota de Letras, mi opinión personal sobre aspectos de la vida y el tema que me parece que todos deberían tomar conciencia, y es: la existencia en nuestra sociedad de las drogas psiquiátricas. En mi vida he visto cosas duras, pesadas, yo crecí en un barrio donde había pandillas, yo he visto de todo, pero algo que me llegó muy adentro tanto como todo lo que había testimoniado; fue saber que en algunos colegios y guarderías del país se le está vendiendo la idea a los padres de familia que sus hijos son enfermos mentales, y saber que sin pruebas científicas ni estudios los están drogando con químicos más poderosos que la cocaína pura; y que muchos de esos niños y niñas son ahora suicidas en potencia, que son adictos y que han desarrollado comportamiento destructivo. Eso tiene que acabar y te imploro, en nombre de todo lo que amas en tu vida, pido por tu ayuda para sacar las drogas psiquiátricas de Colombia. Pues la droga psiquiátrica de hoy es el narcotráfico del mañana. La verdadera ciencia no crea problemas futuros.

Visiten está página: www.cchr.org ahí encontrarán todas las pruebas al respecto. Y pues aquí mis cápsulas de conciencia. Lo hago sin lineamiento a ningún tipo de posición política ni religiosa, mis creencias personales no se las debo a nadie y mi posición es que la justicia junto con el sentido común son más poderosas en la línea del tiempo que la amargura y el no hacer nada al respecto. Lo que es verdad para ti es lo que es verdad. Al final no importa lo que pase, el bien siempre triunfa sobre el mal.

Si sabes de algún abuso al respecto házmelo saber, yo haré que llegue el reporte a las autoridades respectivas. Y cómo dice la Biblia: “Por sus obras los conoceréis”.


1. Ha sido para mi aterrador llegar a la siguiente conclusión: estamos en una sociedad drogadicta e hipocondríaca. Es decir las drogas están invadiendo la vida y nos están convenciendo a todos que estamos en una epidemia como nunca antes vista de enfermedades, síndromes y riesgos permanentes a la salud. “Apiádate de nosotros y vivamos una vida llena de terror por todo y hasta por el futuro”. Hay más enfermedades que habitantes en una ciudad, hay más drogas inventadas en los últimos 80 años que variedades de alimentos y vitaminas en nuestro planeta.

2. Me niego a ver a la enfermedad como un elemento totalitario de la esencia de la vida humana, me niego a creer que poseemos el síntoma de la pre-enfermedad. La salud es una condición de la existencia no un ideal utópico basado en la idea de que nunca se puede alcanzar debido a que existe en si misma la medicina. (¿Si la medicina existe entonces todos estamos enfermos?) El ser humano no está enfermo por ser considerado falsamente y con carencia de toda lógica científica un ser pre-enfermo. Recuerdo cuando las cosas eran “medicinales” y no “tratamientos sin fin” como lo son ahora.

3. La medicina preventiva, simplemente se debe reducir a “tener una vida”. La gente no tiene una vida viviendo angustiada, paranoica y pensando que algo malo le va a pasar o que estamos en la gran ruleta de la existencia y algo realmente desagradable les puede cambiar la vida para siempre.

4. Realmente ¿todo da cáncer?, realmente hay una relación directa entre el químico puro y la salud frente a una condición. ¿Qué es la enfermedad en sí?, ¿cambió la medicina en su aspecto científico y humanista con que fue fundada?, ¿cuál fue el antecedente de ese cambio?

5. Estamos en la era de la falsa erudición donde se le niega al individuo su sentido común sencillamente porque no tiene los diplomas del especialista. Estamos ante un universo de individuos con excesivo poder declarados eminencias indiscutibles soportando sus aseveraciones sobre la lógica débil de “haberse hecho un estudio sobre el tema en alguna universidad del primer mundo”. Y el ser humano teniendo que soportar pagar un sostenimiento social aplastado en pagos de impuestos excesivos tratando de resolver problemas que se crean consecutivamente en la medida en que la creatividad de estas personas va inventando nuevos síndromes.

6. Veamos un ejemplo: La palabra “depresión” en el sentido que se usa ahora sólo lleva en la humanidad 70 años, ¿qué pasó con el hecho de tener una tristeza? La tristeza se adornó y se le puso el nombre de depresión y así se volvió enfermedad, el resultado: una sociedad enferma a punta de drogas anti-depresivas que no funcionan dentro de una enfermedad que no existe. La madre de todos los males de esta sociedad drogada: La psiquiatría, la cual invadió con sus falsas teorías y carencia de método científico a la medicina y a las humanidades, viciándolas a las dos con la carta blanca que ofrece la experticia disfrazada de bata blanca y diploma colgado en la pared. El sentido común ha sido herido de muerte. Ahora se eliminó de cualquier charla teórica la palabra “medicinal” y ahora se usa “terapia” o “tratamiento” todo sin un fin. Una persona enferma queda declarada así de por vida. Tengo una mala noticia: la psiquiatría logró algo supremamente aberrado que invadió la ciencia médica: convertir a cada enfermedad del planeta como algo incurable. La ciencia ya no existe: “ahora es investigación para promover ganancias a las malas, como sea, y sin importar el costo social, ético, y pasando por encima de los derechos humanos”.

7. Otro ejemplo: Las madres al tener un bebé y sentir esa pérdida de peso y el desbalance vitamínico tan duro del parto, pues ahora es catalogada como “enferma mental”, y necesita de nuevo el antidepresivo, ¿qué es un antidepresivo si un psiquiatra no sabe definir que es la felicidad y que es tristeza?, si alguien no sabe diferenciar de una tristeza natural que implica tener un desbalance como donar sangre, o un mareo por cambiar de presión atmosférica; pues a esa persona no se le debería dar el derecho por ley de definir a alguien como enfermo mental y tampoco a medicarlo con un químico más poderoso que la cocaína por el sólo hecho de estar en una condición natural de la vida que no vale la pena perderse. Las tristezas de la vida, lo mismo que las alegrías son para vivirlas, ¡no te pierdas de vivir!, en vez de usar drogas confronta la vida, ¡¡¡VIVE!!!. Mi abuela tuvo nueve hijos, dos murieron, y a los dos días del parto estaba haciendo sus oficios maternos y domésticos, una mujer fuerte, llena de vida, nunca le faltó un consejo sabio saliendo de su boca, se graduó de profesora y tenía algo maravilloso: sentido común, algo que no tienen los papás actuales que drogan a sus hijos porque a algún individuo le dio por definir la hiperactividad como enfermedad. Les tengo una apuesta: yo no le voy a dar drogas psiquiátricas a mis hijos, tampoco les voy a dar calmantes ni ninguna mentira narcótica, y vamos a ver que niños y niñas llegan más lejos, si los tuyos que les dieron por la cabeza desde el colegio o los míos que les juro harán lo que se les dé la gana y desarrollarán su talento sin nadie que les diga que están enfermos por poner su atención dónde quieran. ¿Cómo es posible que a un niño o joven le digan que tiene un supuesto síndrome de desatención, cuando puede jugar dos horas seguidas Playstation?. La verdad algo que no han descubierto los psiquiatras: todos, todos los seres humanos ponemos la atención donde se nos da la gana, tenemos un sistema multitareas natural, un pianista puede repartir su atención entre una mano y la otra, sus pies, los gestos del director y hasta la hora de salida del auditorio, y no está enfermo por no saberse los nombres de las personas que saluda. Nadie está enfermo por ser una persona normal. Y una persona normal en si es una persona viva. “Si vive es por algo y ese algo es su sentido de supervivencia”.

8. A una amiga mía le dijeron que por no saberse los apellidos de las personas que conocía estaba enferma ¿¿¿???, Por Dios!!!, su hijo cayó por supuesto en las manos del mismo especialista y le dijeron que tenía el mismo “síndrome” y que “estaba en estudio probar que era hereditario, que a lo mejor sí”, el pobre muchacho cada vez que toca guitarra y tiene una dificultad tiene que pensar todo el tiempo como su mamá: “¿estaré enfermo y por eso no soy tan hábil?”, ¿cómo puede vivir una persona pensando que cada acción de su vida es producto de una enfermedad porque a un “bata blanca” le dio por catalogarlo así. Aldous Huxley debería ser un requisito de lectura en el primer año de medicina, pues estamos viviendo “Un mundo feliz”, estamos viviendo en el peor de los infiernos posibles: donde la gente está catalogada. Y eso va contra los derechos humanos, pues “todos los seres humanos nacen libre e iguales”.

9. Una pareja de habitantes de la ciudad de Bogotá llevaba a su bebé a la guardería, la pareja trabajaba intensamente pues como la sociedad esta cada vez más enferma todos tenemos que salir a trabajar, hasta los niños y niñas dejan sus estudios para ponerse a trabajar pues no alcanza. Y pues ¿qué pasó con la bebé?, desde el viernes hasta el lunes siguiente, la niña se quedaba dormidita, sus mejillas que antes eran rosadas palidecían el fin de semana en un sueño sospechosamente quieto. Fueron al médico, el examen de sangre (pues hay todavía algo de la medicina que no ha sido tan viciado y es el análisis bioquímico y patológico de elementos físicos del cuerpo) concluyó que la niña era drogada con calmantes. En algunas guarderías y los asilos de ancianos para que los bebés y ancianos no molesten a los trabajadores que deberían cuidarlos con comprensión y amor, pues para ahorrar, usan calmantes poderosísimos que ante el mundo sabemos causan daño cerebral. Pues no existe la pepa que te tranquilice, y no existe la droga psiquiátrica y narcótica sin efectos secundarios. ¿Te gustaría saber que tu bebé fue drogada?, ¿te gustaría saber que a tu hija le dieron pepas para que cediera más fácil sexualmente?, ¿te gustaría saber que tu abuelito mira a una ventana esperando que se acabe pronto la vida para que ese zumbido permanente en la cabeza por fin cese? A la gente no le faltan drogas, la gente necesita que la ames. Que le ayudes a ser feliz. Todos necesitamos de tu ayuda.

10. Algunas personas se lamentan por tener un pasaporte colombiano, pues más o menos en cada país del mundo tienen que empezar su viaje más de un mes antes para empezar a pedir visas y todo el kit que viene con el hecho de haber compartido esta hermosa patria con los terceros narcotraficantes más hábiles del mundo. ¿terceros?, ¿acaso dije terceros?, ¿por qué no primeros? O ¿segundos? Yo tengo una teoría personal, muy personal, cartel poderoso es aquel del que no se habla, es decir: narcotraficante poderoso es aquel del que no se habla, pero aun es más poderoso el narcotraficante que la sociedad no lo tilda como narcotraficante y aun así le hace caso y hasta lo elogia. Nuestros narcotraficantes, todos, son de tercera categoría, ni los de segunda, ni los de primera están a simple vista; es más, los puedes tener debajo de tu nariz y no te has dado cuenta. Búscalos en tu sentido común y sabrás dónde están, sabrás hasta donde los lleva su ambición desmedida. Gracias a que soy un habitante del tercer mundo y me crié en un colegio del tercer mundo, doy las gracias porque mi hiperactividad no fue tildada de enfermedad y pude ser lo que soy, mi atención y mi capacidad de asombro no fueron asociadas a un síndrome y nadie me medicó con drogas narcóticas, ni venenos mentales, doy gracias que mi colegio no tiene a la entrada detector de metales pues ninguno de mis contemporáneos en ningún colegio de mi ciudad latinoamericana mató a sangre fría a los chicos y chicas populares gracias a un pasado “narcótico legal” quiero decir “drogas psiquiátricas recetadas”, Siiiiií, los chicos de Columbine High School cerca de Denver tenían antecedentes psiquiátricos. Los abogados de Christopher Pittman un niño que a sus 12 años mató a sus abuelitos mostraron que tal situación se debió a tratamiento con drogas psiquiátricas. Yo debo lo que fui a una familia que me enseñó a pelar naranjas y a hacer mis tareas con juicio, y gracias a un colegio que en vez de verme como un “fenómeno” usó mis capacidades y barreras a favor de mi educación y mi formación personal, no en contra mía. En mi colegio las cosas se arreglaban hablando con el profesor, hablando con la familia, en otras palabras, las cosas se arreglaban partiendo de la siguiente base: “hay que cumplir con tus obligaciones” y en esa misma medida, mis obligaciones de esa época eran estudiar y gozarme mi niñez con toda mi mente a mi disposición, y la labor de un médico siempre ha sido desde los inicios de la civilización: ayudarle a la gente a tener salud y bienestar. Muy distinto a lo que ofrece en la actualidad alguien que recomiende Ritalin o Xanax o anti-depresivos para sus pacientes. Y después si algo sale mal tanto en el individuo o en la sociedad, lavarse las manos y no asumir ninguna responsabilidad. Nada en la humanidad se debe ofrecer a la humanidad sin inventar el camino de regreso en caso de que algo salga mal y esto debe ser al tiempo. En otras palabras no se manda a un piloto de pruebas en el primer vuelo de un avión nuevo sin su respectivo paracaídas.